New Zealand - South Island
El día 1 de marzo cogimos el ferry desde Wellington hacia la isla sur. El viaje duró unas 3 horas y fue muy bonito, el ferry entra a la isla sur por fiordos y va navegando muy despacio, las vistas son increíbles. Melanie, la mujer inglesa que viajo con nosotros por la isla norte vino con nosotros, y también viajamos juntos por la isla sur.
El ferry llegó a Picton, y de ahí nos pusimos de camino a Nelson, nos quedamos a dormir a unos 50 Km. de Nelson en una rest area al lado de un río. Habíamos escuchado que venia mal tiempo y mucha lluvia. Estuvo lloviendo toda la noche y hacía mucho viento, por la mañana muy temprano Melanie nos despertó, ya que su caseta estaba inundada, el río se había desbordado. Tuvimos suerte de que nos despertara, porque si hubiéramos esperado mas tiempo no podríamos haber sacada la furgo de ahí. Ese día llegamos a Nelson, nos quedamos esa noche en un holiday park, donde pudimos secar todas nuestras cosas. En Nelson fuimos a una escuela de inglés a preguntar por los cursos, ya que queríamos hacer uno, la escuela nos gustó mucho y la ciudad también, pero primero queríamos recorrer la isla sur y después volver para hacer el curso, ya que el verano había terminado y queríamos aprovechar antes de que empezara a hacer mas frío.
Melanie se quedó unos días en Nelson con una amiga que tenia ahí, y nosotros seguimos nuestro camino. Primero fuimos a Abel Tasman, un parque nacional en la costa norte. Hicimos un tour en barco con el que recorrimos la costa, que es preciosa, vimos muchas focas por el camino. El barco nos dejó en una playa y volvimos a pie recorriendo la costa. Fue muy bonito, pasamos por playas y bosque, hacia muy buen día y lo disfrutamos mucho.
De ahí empezamos a bajar por la costa oeste, fuimos a Westport, cerca de ahí paramos a ver una colonia de focas, también vimos unos pájaros muy graciosos que son muy parecidos a los kiwis, y muchos turistas los confunden con ellos. Seguimos bajando la costa, el tramo entre Westport y Greymouth es increíble, lleno de acantilados y vistas preciosas. Paramos en las pancake rocks, unas formaciones rocosas que como su nombre indica parecen muchas tortitas una encima de otra, muy curioso y bonito. Melanie nos llamó y nos preguntó si podía alcanzarnos y seguir el viaje con nosotros, quedamos en Greymouth y la recogimos ahí.
De Greymouth fuimos a Arthur’s Pass, que es un pasaje que cruza la isla de costa a costa, la carretera tiene mucha pendiente y en algunos tramos se nos hizo difícil subir con Pinkyboy, pero pudimos llegar arriba. Arthur’s Pass también es el pueblo a mayor altitud de Nueva Zelanda. Pasamos la noche ahí, e hicimos una caminata por las montañas. Al día siguiente seguimos nuestro camino, pero no cruzamos a la otra costa, volvimos por el mismo lado por el que vinimos y seguimos recorriendo la costa oeste.
Nuestra siguiente parada fueron los glaciares, primero llegamos a Franz Josef, donde queríamos hacer skydiving, llegamos por la mañana y fuimos al centro de información a preguntar, teníamos pensado hacer el salto al día siguiente, pero nos dijeron que había sitio para hacerlo ese mismo día, lo reservamos y en menos de 1 hora ya estábamos de camino al avión. Estábamos muy nerviosos, éramos 2 grupos y nosotros íbamos a ser los primeros en saltar. Nos metimos en una avioneta en la que apenas cabíamos los 3 que íbamos a saltar, aparte de los monitores y los cámaras. El vuelo fue muy bonito, teníamos vistas del Mount Cook desde arriba y el glaciar de fondo. El salto fue en tandem, por lo que nosotros no teníamos que preocuparnos de nada, solo disfrutar. La experiencia es indescriptible, de lo mejor que hemos hecho en nuestra vida. El salto fue de 12.000 pies, la caída libre, que fue lo mejor, duró unos 45 segundos, y después son unos 5 minutos desde que se abre el paracaídas hasta que aterrizamos. Todo ocurre muy deprisa, no da tiempo ni de pensar lo que estas haciendo. Después de Franz Josef fuimos a Fox Glacier, donde hicimos un tour a pié por el hielo, estuvimos unas 6 horas recorriendo el glaciar con un guía, metiéndonos en cuevas de hielo y escalando, fue increíble.
Seguimos recorriendo la costa oeste hacia el sur, y nos empezamos a adentrar hacia el interior. Esta fue nuestra parte preferida de Nueva Zelanda, el tramo hacia Lake Wanaka, donde tienes el lago Wanaka a un lado y el lago Hawea al otro. El paisaje es alucinante, de película, es lo que nos imaginabas antes de llegar a Nueva Zelanda. El color del lago es precioso, es un paisaje de postal. Pasamos un día en Wanaka, un pueblo pequeño y muy bonito al lado del lago.
Al día siguiente fuimos a Queenstown, hay dos rutas para llegar desde Wanaka, nosotros fuimos por la que cruza las montañas, es un poco mas larga pero muy bonita. Valió la pena, desde arriba había unas vistas espectaculares. Queenstown es la ciudad mas turística de la isla sur, aquí hay miles de cosas que hacer, es la capital de la aventura de Nueva Zelanda. Nosotros queríamos hacer un Bungy jump aquí. Llegamos al medio día y fuimos a preguntar por los saltos. Yo quería hacer el salto grande y Susi quería hacer uno diferente. Me dijeron que yo podía saltar ese mismo día y para Susi reservamos para el día siguiente. El salto que iba a hacer yo estaba a las afueras, a media hora de camino. Es un salto de 134 metros, y se salta desde una cabina suspendida entre dos acantilados, a donde se llega con un telecabina. La experiencia fue increíble, pura adrenalina. Fueron 8 segundos de caida libre. Esa noche Susi casi no pudo dormir, ya que sabia que al día siguiente tendría que saltar. Su salto fue desde el Kawarau Bridge, es un salto de 43 metros encima de un río. Estaba muy nerviosa, pero le encanto la experiencia, fueron 3 segundos de caida libre donde incluso tocas el agua al llegar abajo.
El siguiente destino fue Milford Sound, en Fiordland, que son los famosos fiordos de Nueva Zelanda. El camino hasta llegar a los fiordos es increíble, lleno de cataratas y acantilados, un paisaje muy dramático. También para llegar hay que cruzar un túnel que daba algo de miedo, era bastante largo, de un solo sentido y en pendiente. Después hicimos un tour en barco por el fiordo, ahí llueve muy a menudo, y estuvo lloviendo antes de empezar el tour, aunque después paro pero el día estaba bastante nublado. Aun así fue muy bonito, el fiordo es alucinante. También paramos en una plataforma submarina donde hacen estudios marinos y donde pudimos ver coral negro, muy interesante.
Seguimos hacia el sur y llegamos hasta Ivercargill, desde ahí se puede coger el ferry hacia Stewart Island, que es el mejor sitio para ver Kiwis salvajes, pero decidimos no ir, ya que el ferry era bastante caro y ni siquiera tienes la garantía de que vayas a ver uno, ya que son bastante difíciles de ver. De ahí seguimos hasta Dunedin, donde hay una península muy bonita, y es un buen sitio para ver los pingüinos de ojos amarillos, nosotros lo intentamos pero no pudimos ver ninguno, aunque pudimos ver algunos albatroces. Solo pasamos un día ahí y seguimos nuestro camino.
Nos dirigimos al interior hacia el Mount Cook, donde pasamos dos noches. Tuvimos noche de luna llena aquí, fue espectacular. Hicimos dos caminatas con vistas hacia el Mount Cook, que es la montaña mas alta del país, fue muy bonito. También fuimos al centro de Egmund Hillary, es un Neocelandés que fue el primer hombre en escalar el Everest, fue muy interesante, también había un planetario donde vimos algunas proyecciones.
De ahí nos dirigimos a la costa este y seguimos hacia el norte, pasamos por los lagos Tekapo y Pukaki, muy bonitos. Pasamos por Christchurch, donde no quisimos parar ya que aun estaba muy reciente lo del terremoto, justo dos horas después de pasar por ahí hubo otra réplica bastante fuerte. Durante nuestro viaje también nos encontramos con mucha gente que lo había perdido todo a causa del terremoto y tenían miedo de volver a la ciudad.
Seguimos por la costa y llegamos hasta Kaikoura, que es famosa porque aquí se puede nadar con delfines y ver ballenas. Aquí la costa esta llena de animales, es increíble, también vimos muchas focas y albatroces. El primer día fuimos a nadar con delfines, había mas de 400, el agua estaba fría pero te dan un buen traje. Puedes ver los delfines nadando a tu alrededor y debajo de ti, los ves saltar y hacer piruetas justo a tu lado, es impresionante. Al día siguiente Melanie se fue a Christchurch, ya que tenia su vuelo desde ahí, habíamos recorrido las dos islas durante casi 2 meses con ella. Nosotros ese día fuimos a ver ballenas, y vimos dos cachalotes enormes, una pasada. Kaikoura es un lugar increíble lleno de vida, nos encantó. ¡Además encontramos un sitio donde hacen la mejor hamburguesa de Nueva Zelanda!
Después fuimos a Nelson de nuevo, donde empezamos nuestro curso de inglés, que duró 4 semanas. Conocimos a mucha gente de todas las partes del mundo, además los profesores eran todos muy amables y había muy buen ambiente siempre en la escuela. Aprendimos mucho inglés, el curso era intensivo, con 23 horas a la semana. Durante esas 4 semanas descansamos mucho, lo necesitábamos, nos vino bien estar un tiempo en el mismo sitio sin movernos, ya que no habíamos parado en 7 meses. Aunque a veces nos costó un poco despertarnos temprano todas las mañanas y entrar en ritmo de nuevo, además estaba empezando a hacer mucho frío, sobre todo por la noche y por la mañana. Fuimos unas cuantas veces al cine e hicimos una barbacoa con la gente de la escuela en la playa. También tuvimos un día de comida internacional, donde cada alumno trajo algo típico de su país, ¡todo estaba buenísimo! Lo pasamos muy bien en Nelson.
Durante el tiempo que estuvimos haciendo el curso estuvimos planeando un poco el resto de nuestro viaje e hicimos algunos cambios. Primero teníamos pensado pasar 4 meses en Nueva Zelanda, pero era un poco complicado ampliar el visado de Susi, que tenía visado para 3 meses. Así que decidimos no prolongarlo e irnos antes, por lo que teníamos 1 mes de sobra. Cambiamos el vuelo a las Cook Islands, y además con el tiempo extra que teníamos decidimos ir a México, a donde queríamos ir desde el principio pero no era seguro de que pudiéramos ir. Además adelantamos un poco nuestro último vuelo, así que íbamos a estar un poco antes de vuelta y tendíamos un poco mas de tiempo en Hungría con la familia de Susi. Estábamos muy contentos con los cambios y con muchas ganas de seguir con nuestro viaje.
Terminamos nuestro curso el día 22 de abril, era un jueves, era semana santa y por eso no teníamos clase el viernes. Teníamos el ferry para el viernes por la mañana, y el jueves por la tarde después de terminar las clases nos dirigimos hacia Picton, y nos quedamos a dormir por el camino, en la misma rest area donde se desbordo el río cuando llegamos. Cogimos el primer ferry por la mañana y llegamos a Wellington a las 12 del medio día. Nuestra intención era de llegar a Auckland el sábado por la mañana, ya que queríamos vender nuestra furgo y todos los sábados hay un Backpackers car market en la ciudad. Así que hicimos mas de 700 Km. en un día recorriendo casi toda la isla norte de sur a norte. Fue un día muy largo, pero lo conseguimos y llegamos a tiempo. Pero cuando llegamos al mercado vimos que había muchas furgonetas y nadie interesado en comprar, le enseñamos la furgo a una persona en todo el día. Teníamos unos 10 días para vender a Pinkyboy, pusimos el anuncio en Internet y fuimos a todos los backpackers de la ciudad a poner el anuncio. Era un momento difícil para vender, ya que se acercaba el invierno y estaba empezando la temporada baja y mucha gente quería vender sus furgonetas y no había nadie que quería comprar. Los primeros días nos quedamos en un holiday park a las afueras del centro, y nuestros últimos días en Nueva Zelanda los pasamos en casa de Hamish, el mismo couchsurfer donde nos habíamos quedado cuando llegamos, lo pasamos muy bien con el y nos sentimos como en casa.
Cada día que pasaba íbamos bajando el precio de Pinkyboy, ya que se acercaba el día de nuestro vuelo. Le enseñamos la furgo a unas 3 parejas, y al final una pareja se decidió a comprarla. En ese momento teníamos a mas gente interesada, pero ellos hicieron la mejor oferta. Tuvimos que bajar bastante el precio, pero aun así valió la pena comprar la furgo, y fue muchísimo mas barato que si hubiéramos alquilado una. Además no tuvimos ni un solo problema durante todo el viaje e hicimos 10.000 Km. alrededor del país con Pinkyboy durante 3 meses.
En resumen la isla sur de Nueva Zelanda es preciosa, nos gustó mas que la isla norte, tiene paisajes alucinantes y miles de cosas que puedes hacer. Y lo pasamos genial durante el mes que hicimos el curso de ingles en Nelson.
Volamos de Auckland a Rarotonga el día 3 de mayo, justo unas horas antes de volar nos enteramos que hubo un tornado en el centro de Auckland, algo muy inusual y que nunca había ocurrido en la ciudad, parece que las catástrofes siguen persiguiéndonos y una vez mas tuvimos suerte de que no nos pasara nada estando tan cerca.
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